lunes, 12 de agosto de 2019

Ossa Desert 350 (1980)

Prueba de la Ossa Desert 350 (modelo 1980), una estupénda motocicleta T.T. (todo terreno) propulsada por un elástico motor monocilíndrico de dos tiempos refrigerado por aire.
 

El artículo que mostramos a continuación, fue publicado en la revista Motociclismo nº 645 de febrero de 1980, y lleva la firma de C. Dominguez.
 

Como curiosidad, el pionero del Rally Paris Dakar, el español Juan Porcar, eligió la Ossa Desert 350 para su primera participación en el Rally más mediático e importante del mundo, en enero de 1982.

Juan Porcar eligió la Ossa Desert, ya que Ossa fue la única firma que se ofreció a prestarle y prepararle una moto todo terreno, adaptándola a sus requisistos para poder soportar las larguísimas etapas cronometradas a través de Africa.

Según cuenta Juan Porcar en una entrevista; "la Ossa se comportó muy bien, más allá de algún susto. No llevaba asistencia mecánica y llevaba dos pistones de recambio. Aquel año el rally tenía como 10.000 km y a 200 km de París, para embarcar, gripé el primer pistón. Y pensé ‘No voy bien de media. Porque si a los 200 km he cambiado uno…’ (risas). Le tengo mucho cariño porque aquella moto cambió mi vida. Era complicado encontrar una moto extranjera porque había una protección de la empresa española muy grande en aquellos años".

En la misma entrevista, Juan Porcar explica como acabó su primera aventura en el Paris Dakar; "Cometí un error y se me acabó el agua y un día al sur de Argelia me paré en una aldea para coger agua de un pozo. Pero por la noche ya empecé a tener fiebre y me subió tanto que estuve un día y medio con fiebre. Me tuve que tumbar en un lado de la pista el segundo día porque no me tenía en pie. Paró un coche de la organización y vio que tenía 40ºC. Me llevaron hasta una aldea donde había un centro donde acogían a gente enferma de las caravanas y el camión escoba recogió la moto y me la dejó allí. Al día siguiente, un camión de la organización volcó y murió el chofer y una periodista francesa y se creo una crisis. Y un día después se perdió el hijo de Margaret Thatcher, entonces toda la organización se volcó durante una semana en buscarle y de mí se olvidaron. Cuando llevaban dos o tres días y me encontré mejor, cogí la moto y remonté hacia el norte hacia Argel para volver a casa. Al año siguiente, cuando fui a verificar con la BMW me encontré de frente con uno de los dos médicos que me dejaron allí y cuando me vio, se acordó en ese momento de que me habían abandonado".


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lunes, 5 de agosto de 2019

RABASA DERBI CORSA (1986)

Mi primera bicicleta de carretera fue una Rabasa Derbi Corsa de color azul celeste, comprada en Alcampo en noviembre de 1986 por 15.995 pesetas. La disfruté intensamente durante unos 6 años, hasta que en 1992 me partió el cuadro por la zona de unión entre el tubo oblícuo y el racord de la dirección.


CUADRO:
El cuadro contaba con un diseño clásico con geometrías tipo diamante, llevaba el logotipo "PANTHER 540 Tube special", que indicaba el modelo y que era talla 54. Como era habitual en la década de los 80 en cuadros de gama baja, estaba fabricado por la técnica tradicional de tubos de acero de sección redonda, unidos mediante tres racords por medio de soldadura oxiacetilénica. El peso del cuadro era realmente bajo, lo comprobé cuando le desmonte los componentes después de romper el cuadro. La pintura era metalizada, de un color azul celeste muy bonito que brillaba a la luz del sol. Actualmente ya no se ven este tipo de pinturas con esos tonos metalizados tan característicos.


TRANSMISIÓN Y CAMBIO:
Llevaba un cambio de 10 velocidades, compuesto por cinco piñones (14-16-18-22-24) y dos platos (52-42). El desarrollo más largo es de 7,80 (rueda 700 y cubierta 23 = 2,096 m.), lo cual corresponde con una velocidad de 42,12 km/h a una cadencia de pedaleo de 90 pedaladas/minuto. El desarrollo más corto para subir era excesivamente largo en cuestas de gran pendiente, la técnica obligatoria era ponerse de pie y ponerse "a bailar" la bicicleta, para de esta forma incrementar el par motriz y poder remontar la pendiente.

El cambio y desviador eran de la marca SIMPLEX (marca francesa bastante antigua). Las palancas de cambio iban situadas en el  tubo oblícuo del cuadro, la palanca de la izquierda para los platos y la palanca de la derecha para los piñones. Un inconveniente era que las palancas no eran sincronizadas, disponiendo de recorrido continuo que había que ajustar al tacto para dejar los piñones bien metidos, en ocasiones, si se aflojaba el tornillo pasante de la palanca, los piñones bajaban solos del más grande al más pequeño.

Los platos eran de acero cromado, al igual que las bielas de la marca SOLIDA. La longitud de las bielas era de 170mm.

Los pedales de la marca NOTARIO (fabricados por "Talleres Notario S.A." de L´Hospitalet de Llobregat, Barcelona) eran también de acero, con calapiés DUCSON GRAND PRIX (fabricados en Barcelona por "Industria ciclista Solá, S.A.") y correas AGPA. Lo primero que hice fue quitarle los rastrales ya que eran verdaderamente incómodos de poner y ajustar, pudiendo llegar a ser hasta peligrosos si quedabas atado a ellos y tenías que echar pie a tierra. Los pedales tenían solamente un lado correcto para apoyar el pie, que era el lado que quedaban para abajo en reposo, por lo que había que tener cierta habilidad para darles la vuelta con la punta del pie y ponerlos del lado correcto para poder pedalear de forma adecuada.


FRENOS:
Los frenos eran los típicos de esos años, de zapatas negras de goma que actuaban sobre la llanta, de la marca OLIMPIC (BLOCK delantero y SYS trasero) fabricados en aluminio y bastante robustos. Muy sensibles al tipo de zapata y estado de los cables, frenaban poco para los estandards actuales y con el paso del tiempo cada vez frenaban menos. Las manetas de freno de la marca Olimpic Ruta eran de aluminio y bastante cómodas.


OTROS COMPONENTES:
Las llantas eran de acero con medidas 700 y bujes también de acero. Los neumáticos típicos eran los Michelín 700x25 622. Las ruedas no tenían cierres rápidos para sacarlas, por lo que había que tener una llave para aflojar las tuercas.

El manillar era de acero, con una cinta blanca de poca calidad que no era acolchada, las dimensiones eran bastante adecuadas. La potencia era de aluminio de la marca 2ERRES, robusta y con un diseño correcto.

El sillín, también de gama baja, era de la marca HALCON. Muy duro y bastante incómodo cuando la ruta se alargaba en exceso, aunque como éramos jóvenes podíamos con todo. Para subir y bajar el sillín tampoco había cierre rápido.


PROBLEMAS:
El punto más débil de la bicicleta eran las ruedas de acero, además de su elevado peso eran poco resistentes, cada dos por tres había que centrarle las ruedas y era bastante común que partieran los radios.

El cuadro aunque era de acero, un material más duradero y resistente a la fatiga que el aluminio, se demostró que no era muy resistente. En mi experiencia, se me rompió cuando iba subiendo una cuesta de pie bailando la bicicleta. Me partió por la zona de unión entre el tubo inferior oblícuo y el racord de la dirección, con lo cual me encontré con los pedales tocando en el suelo, gracias a que iba despacio no pasó nada, si me llega a pasar bajando una cuesta a 50 o 60 Km/h posiblemente no lo hubiese contado. Como curiosidad en ese momento tenía 18 años y pesaba unos 66 - 67 Kg, lo cual indica que la bicicleta no iba sobrecargada.


CONCLUSIONES:
La Rabasa Derbi Corsa era una bicicleta de carretera que gracias a su bajo precio fue un producto que se vendió muy bien, por lo que tuvo cierto éxito comercial. Sin embargo la calidad del conjunto era muy baja, lo peor de todo en mi opinión las llantas.

Entre las bicicletas de la época, también de gama baja, estaban las G.A.C Zeleris, Orbea Moncayo, BH  Vento, Peugeot Aubisque y pocas más. De todas ellas, la Rabasa Derbi Corsa era quizá la más barata y posiblemente la que contaba con componentes más económicos.

Sin embargo, en la práctica, el rendimiento que proporcionaba la Rabasa Derbi Corsa era muy similar a cualquiera de sus rivales de gama baja. Esto era posible gracias a que en realidad era bastante ligera, por lo que la pequeñísima diferencia de peso que pudiera haber no era representativa, los desarrollos tambien eran equivalentes, al igual que la posición de manejo y frenos. La ventaja como siempre estaba principalmente en el ciclista que iba encima, por lo que con una bicicleta de estas podías estar delante, como así se demostró en las competiciones que tomaba parte en aquellos años.


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