domingo, 22 de enero de 2017

Cambio NuVinci N360

El cambio de marchas NuVinci N360 para bicicletas, es un sistema que va integrado en el buje de la rueda trasera, por lo que pertenece a las transmisiones del tipo BMI (buje de marchas internas).


Este cambio permite un número infinito de relaciones de cambio dentro de su rango de desarrollos. Dicho rango es en este modelo de 360%, como referencia un cambio de MTB de triple plato puede llevar a 581%.

Los cambios de marcha NuVinci han sido creados por la empresa holandesa FallBrooks. La tecnología gira en torno a una transmisión planetaria variable continua, también conocida por las siglas CVT (Constinuosly Variable Transmission), que utiliza un conjunto de bolas rotativas y basculantes. Su entrada en las palancas de cambio se inclina las bolas, el cambio de sus diámetros de contacto y varía la ración de velocidad del tren de tracción resultante en el "cambio de marchas" Es tan fácil como cambiar el volumen de su radio. 
 
 
 
La idea original fue inventada por Leonardo Da Vinci (de ahí el nombre NuVinci), la cual fue rescatada y perfeccionada por  la empresa  FallBrooks.
El cambio de marchas NuVinci N360 posee las siguientes ventajas y desventajas frente a un cambio convencional:

VENTAJAS:

- Menor mantenimiento, la cadena dura mucho más al estar siempre alineada y ser más robusta. El mecanismo interno del buje está exento de mantenimiento.

- Infinitos cambios de marcha, permitiendo ajustar la cadencia de pedalada exactamente a nuestras necesidades.

 - Mayor fiabilidad y suavidad a la hora de cambiar (no hay saltos ni salidas de cadena, roces, etc.)

- No le afecta el barro o en mucha menor medida.

- Simplicidad estética, con un cuadro de punteras deslizantes puede prescindirse de tensor de cadena.

- Se puede cambiar de marcha en parado

DESVENTAJAS:

- Mayor peso que un cambio convencional, en total pesa alrededor de 2,5 Kg

- Cambia la distribución de peso, ya que este se concentra principalmente en el buje de la rueda trasera

- Menor rango de desarrollos

- Menos eficiencia energética. Los cambios tradicionales transmiten un 98% de la fuerza de nuestras piernas a la rueda trasera, los BMI rondan entre el 80 y 93% en el mejor de los casos

- En caso de avería, es más complicado de reparar.





CONCLUSION:
Se trata de un sistema interesante para un usuario que busque la exclusividad, comodidad y fiabilidad frente a otros factores, ya que en uso exigente y para competición, este cambio quedaría descartado tanto por peso como por perdidas de rendimiento por rozamientos internos. Su precio es aproximadamente de 300€.



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martes, 10 de enero de 2017

Carlos Castelos, el otro Eduardo Barreiros

Se trata de un hecho poco conocido pero que guarda una gran relación con la historia de Eduardo Barreiros, que comenzó su azaña industrial transformando motores de gasolina en diesel. Décadas después,  Carlos Castelos, gallego de Ferrol, empresario, inventor y maestro mecánico, consiguió convertir un motor Ford 1.6 CVH a diésel, incorporándole además un turbocompresor, con lo cual realizó la primera transformación a turbodiesel antes que lo presentara la propia Ford en el año 1984.

Gracias a las grandes semejanzas entre el motor Ford 1.6 CVH (otto) y el 1.6 D (diesel), el Sr. Castelos apreció la idoneidad de las características del CVH para realizar la conversión a diésel y lo consiguió “variando unas pocas piezas e invirtiendo pocas horas de trabajo”, siempre en sus propias palabras. Sin embargo no podemos caer en el error de pensar que esta transformación fue tarea fácil. Sí que es cierto que el motor tenía un 90% de piezas de origen luego de la transformación y que ésta se centró en unos aspectos del mismo muy específicos, pero es imprescindible tener mucha habilidad y grandes conocimientos de mecánica para llevar a cabo una tarea de este calibre con unos resultados, como luego se demostraron, sorprendentes.

Para la transformación se sustituyeron los pistones de origen por unos nuevos de cabeza plana. La culata era la del CVH, pero se adaptó para añadir unas precámaras de combustión en su interior. En el exterior se adaptó el hueco donde en origen iban insertadas las bujías para acoplar los inyectores con los calentadores correspondientes, todo realizado artesanalmente. La bomba de inyección era de tipo rotativo e iba montada en la parte superior del motor, accionada con una correa dentada, en una disposición que facilita mucho el acceso a la misma, mejorando su mantenimiento. A mayores se incluyeron colectores de admisión y escape modificados para acoplar un turbocompresor. Así es, el CVH Diésel del Sr. Castelos tiene, a diferencia del diésel “oficial” de Ford, sobrealimentación. Y es precisamente este detalle el que, marca la diferencia entre ambos motores. De acuerdo con las cifras facilitadas por el Sr. Castelos la potencia era de 32 CV tras la transformación y progresivamente la aumentó hasta 55 CV,  fruto de añadir posteriormente el turbo.

Tras la transformación del motor, éste fue montado en un Fiesta Mk1, realizando unos 18.000 kms de pruebas, la mayoría de los cuales conduciendo el Sr. Castelos personalmente. El vehículo realizó trayectos en ciudad, carretera y autopista sin presentar ningún tipo de problema. Respecto a los consumos se mostraba prácticamente igual de contenido que el 1.6 D oficial. 

Desgraciadamente, hay muchos puntos que se quedan en el aire. Entre ellos numerosas cuestiones técnicas profundas relativas a la arquitectura, construcción y rendimiento del motor. Aparte también quedan en el aire cuestiones como, por ejemplo, la extraña visita que realizaron dos ingenieros de Almussafes cuando se enteraron del trabajo del Sr. Castelos, poco antes del lanzamiento del motor 1.6 D oficial. También está la cuestión de por qué Ford no supo o no quiso mostrar interés en el proyecto, cuando las pruebas realizadas demostraron que éste podía ser viable. O el motivo por el que el Sr. Castelos perdió todo interés en el proyecto, en lugar de aprovechar sus conocimientos para dotar al diésel oficial de sobrealimentación, al igual que luego haría TURMESA. En cualquier caso, el lanzamiento del motor diésel oficial en 1984 supuso el fin del motor “Castelos”, puesto que ya no tenía ningún sentido acometer la transformación de más motores CVH a diésel.

El único prototipo fabricado del motor 1.6 TD-CVH se encuentra expuesto en el concesionario Ford Garaje Castelos en Ferrol, La Coruña.

Nota: Historia rescatada de la antigua web http://www.miforito.com, actualmente desaparecida.

LINKS:
Mercedes 300d
Mercedes 240d  
Walter Kaaden, inventor del escape con cámara de expansión
Entrevista a Leopoldo Milá, director tecnico de Montesa
 


lunes, 2 de enero de 2017

DAF Turbo Twin II (1987)

A punto de comenzar una nueva edición del Raly Dakar, queremos mostraros uno de los vehículos más sorprendentes de cuantos compitieron en el Rally Paris Dakar, un camión prototipo 4x4 con chasis tubular y equipado con dos motores diesel sobrealimentados que desarrollaban una potencia superior a los 1000 CV.

Se trataba de una máquina inbatible en la siempre complicada y difícil oreografía africana, que permitió a Jan De Rooy ganar el Dakar en la edición de 1987, con una ventaja de más de 14 horas respecto al segundo clasificado en la categoría de camiones, y posicionándose en el 11º puesto de la clasificación general.

Prueba del DAF TURBO TWIN publicado en la revista Solo Auto en 1987:
 

DAF Turbo Twin monta dos motores DAF turbo alimentados de 11.600 cc que consiguen 500 CV por motor, un total  de 1.000 CV para mover 10.5 toneladas lo que permite lanzar al camión a 200 km/h por las pistas del Sahara. La cabina es tomada del DAF 3600, las dimensiones del camión son 7,1 m de largo, 2,5 m de ancho, 3,05 m de alto y la distancia entre ejes es de 4,20m.  En la zona de carga apenas caben las tres ruedas de respuesto obligatorias y una pequeña dotación de herramientas.

El objetivo final de Jan de Rooy era vencer en la casificación general del Rally Dakar con un camión, y lo cierto es que tenía potencial para conseguirlo. En la siguiente edición del Dakar en 1988 presentó una versión más evolucionada, el DAF TURBO TWIN X1, que sufrió un terrible accidente en la segunda unidad pilotada por Theo Van de Rijt, con muerte de su copiloto, lo que motivó el abandono de Jan de Rooy cuando marchaba en 5ª posición en la clasificación general, posteriormente los camiones prototipo son prohibidos en el Dakar para frenar la escalada de prestaciones.


VIDEOS:

DAF Turbo Twin II en la Veronica Strandrace de 1987, doblando al Pegaso



LINKS:
Locomotoras ALCO 1800 
Análisis del McLaren MP4/5B de 1990 
Auto Union Type D (1938)