El Cadillac 60 Fleetwood de 1963 es uno de los coches más
impresionantes construídos en toda la historia del automóvil.
El Cadillac 60 era un vehículo fastuoso, diseñado por Bill Mitchell, combinando lujo y potencia en una carrocería espectacular, con unas aletas traseras acabadas en punta, como recordando a las afiladas alas de los más modernos turborreactores aeronáuticos que aparecieron en Estados Unidos por esa época.
El Sixty Special medía 5.664 mm de largo, 2.024 mm de ancho y
1.438 mm de alto, el peso con 2.127 kg superaba ampliamente las 2 toneladas de
peso en orden de marcha. Toda esa masa y volumen requería potencia abundante,
para ello contaba con un motor V8 tipo OHV (válvulas en culata, árbol de levas
en bloque) de 6.338cc de cilindrada (390 cu in), y que desarrollaba una potencia de
unos 325 Hp y un par de 548 nm. Una particularidad es que este motor fue
remodelado para esta versión del año 63 ya que llevaba 14 años sin sufrir
modificaciones importantes.
La disposición motriz era clásica con el motor delantero longitudinal, con tracción trasera y cambio automático de convertidor de par del tipo Hydra-Matic y cuatro velocidades. La velocidad máxima era de 195 km/h y la aceleración 0-100 km/h de 11,1 segundos. El consumo arrojaba cifras elevadas pero no desorbitadas, con unos 21,9 litros/100km.
Los frenos eran de tambor delante y detrás por lo que su
resistencia al calentamiento no debía ser muy adecuada para las características
de este vehículo, dado su generoso desplazamiento, unido a la presencia del
cambio automático, que lógicamente cuenta con muy poca capacidad de retención
para ayudar a los frenos.
La publicidad de la época mencionaba el lujo, elegancia y potencia del Cadillac Sixty, un vehículo impresionante.
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